Era una tarde
calurosa, no había mucho que hacer y el cansancio apretaba, así que me dispuse
a dormir una siesta. Mi marido no sabía qué hacer y se vino conmigo a descansar
un rato. La humedad era insoportable,
tenía toda la ropa pegada al cuerpo, me sentía como si la ropa me estuviera
dominando, así que me la quité toda. Al fin pude empezar a descansar. Por el contrario, mi marido se metió en la cama por aburrimiento, pero encontró
la diversión viendo como me peleaba yo sola con la ropa y con las sábanas, al
menos me vio ganar la pelea, jajaja... pero su intención cambió en cuanto mostré mi
cuerpo desnudo, húmedo y brillante por el sudor. Su polla empezó a endurecerse
viendo mi culo en pompa y desnudo apuntando hacia él, intentó relajarse, pero
su polla se puso tan dura por la situación que llegó a un punto de no retorno y
quería satisfacerse conmigo fuera como fuera. Yo ya estaba durmiendo y sabía
que si me despertaba para follar, la respuesta puede que no fuera la que
quisiera oír, jejeje... así que decidió que lo mejor era empezar el solo y con
suerte, me despertaría tan cachonda que me rendiría a su polla y a lo que
quisiera hacerme. Así que empezó a sobarme el culo, de manera muy suave. Yo no
podía despertarme aun, así que tenía que ir con mucho cuidado y muy despacio
recorría mi piel, acariciando bien los muslos y la parte baja del culo. Como
vio que seguía durmiendo empezó a meterme los dedos entre los molletes del culo
mientras me sobaba y eso le puso la polla aún más dura. No pudo evitar subir la
mano y acariciar mi abdomen y mis pechos, yo sin poder evitarlo solté un
pequeño jadeo. Cada vez estaba más excitado y satisfecho por la situación, así que ya no podía
esperar más, tenía que usar su polla. Comenzó a rozar mi culo con la punta de
su capullo y la excitación fue en aumento, tener la polla metida entre los
molletes fue un subidón impresionante, estaba tan cerca de lo bueno ¡¡y yo sin despertarme! eso le dio aún más
morbo, podía aprovecharse de mi lo que quisiera, eso garantizaba que cuando yo
me despertara, ya habría tenido tiempo de hacer que tuviera el coño húmedo y
estuviera bien dispuesta para él. La excitación era cada vez más evidente en su
enorme y dura polla, solo quería clavármela hasta el fondo y darme caña hasta
el mes que viene, pero sabía k así el morbo acabaría antes, así que optó
por ponerme a mi bien cachonda para k acabara gritando como una perra al
follarme. Así que muy suavemente llevó su boca directa a mí ya húmedo coño y empezó a rozar los labios con
su lengua. Yo seguía dormida, pero el notó enseguida que mi respiración cambió y
empecé a respirar más fuerte, lo cual era señal de que lo estaba haciendo bien
y me estaba poniendo cachonda, así que más se excitó, quería mucho más!! Apoyó
su mano en mi cadera y tiró un poco, lo suficiente para cambiar mi equilibrio y
que me pusiera boca arriba. ¡Le salió perfecto! ya tenía mi coño bien
accesible, era todo suyo para lo que quisiera. Volvió a meter su boca en mi
coño, esta vez podía comérselo entero así que se quedó bien a gusto viendo como
yo empezaba a gemir estando aun dormida. Que bien le había salido todo. Sus
dedos se fueron introduciendo entre los labios y poco a poco, los fue metiendo
en mi húmedo coño, se puso como una moto al ver lo fácilmente que
entraban y sobre todo al ver que yo empezaba a moverme por el placer que me
daba. Ya no podía esperar más, ¡¡quería meterme la polla ya!! Se colocó encima de
mí y empezó a rozar los labios de mi coño con la punta de su capullo. Notó el
calor que emanaba de mi coño... la
humedad... estaba claro que aunque dormía... lo estaba pidiendo a gritos y me
la metió muy muy despacito, pero no paró hasta metérmela hasta el fondo. Ahí sí
que ya no pude evitar despertarme, no sabía bien donde estaba ni que estaba
pasando, solo sabía que estaba al borde del orgasmo y que me moría por esa
polla dándome caña. Y lo cumplió. Cada vez estaba más cachondo por la situación
y más al ver que yo me había despertado con mucha hambre de polla. Ya no hacía
falta ser discreto, así que los planes ahora eran hacerme gritar como a una
perra. Me levantó la pierna, se agarró bien a ella y continuó follándome bien
duro. No le bastaba con mis jadeos, quería que gritara y que me oyera todo el
mundo. Se humedeció los dedo s y su mano bajó a mi clítoris dispuesto a hacer
que me corriera por primera vez, empezó a acariciarlo con dos dedos mientras no
dejaba de darme caña, en nada logró que explotara y empezara a gritar de placer,
no dejaba de follarme, así que el orgasmo parecía no terminar. Al final me dejó
respirar unos segundos y me pude centrar, jejeje... vi que me estaba sonriendo, bien feliz porque
sabía que había conseguido lo que quería, pero no era suficiente… Entonces me
subió las dos piernas, apoyó mis pies en el cabecero de la cama y continuó
follándome sin parar hasta que llegué al segundo y tercer orgasmo. Me dejó más
que satisfecha, por ahora ya, no podía más, solo me quedaba una cosa,
satisfacer a su enorme y suculenta polla. Me bastó una mirada y lamerme los
labios, para que el supiera que me moría por comerme esa polla, esa que tanto
placer me había dado ahora estaba en su punto, bien caliente, gorda, muy dura y a punto de explotar, es
perfecta! En nada ya la tenía en la boca... es tan sabrosa, me encanta como me llena la
boca y me aprieta la garganta, no podía dejar de comérmela, lamerla de arriba
abajo, rodear bien ese enorme capullo y metérmela tan adentro, que me cortaba la respiración.
Mis manos tampoco podían estar quietas, no podía dejar de sobar ese cuerpo, ese
culo tan perfecto, mis manos se adentraban en el mientras seguía chupándole la
polla, recorrí muy despacio toda la zona hasta que llegué a los testículos, que
estaban bien redondos y prietos deseando soltar todo lo que llevaban dentro. Me
tentaron mucho y empecé a comérmelos mientras mi mano seguía masturbándole,
pude notar como la polla crecía aún más por la presión de mi mano, me la lamí
bien para humedecerla y empecé a darle caña. Mi boca seguía con ganas, así que
me comí con gusto su capullo mientras seguía masturbando el resto de la polla.
Estaba a punto de reventar y yo me moría por que lo hiciera, así que con mi
otra mano le acaricié los testículos y en nada esa polla explotó… me regaló una
buena corrida en la boca, mmmmmmmhh!!! Mientras
se corría seguía masturbándole cada vez más suave y yo no podía dejar de chupar
ese capullo que seguía soltando semen. Al
final consiguió llenarme bien la boca y acabó derramándose sobre mis pechos y por mi cuerpo, ¡¡eso sí que fue una buena
corrida!! Así sí que me puede despertar todos los días, jejeje…. Al final no descansamos mucho pero nos
quedamos bien relajados, jajaja…
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